El sábado 26 de febrero se disputó un encuentro marcado por las numerosas bajas, algunas de última hora como la de Jorge Regidor, en el que los chicos se jugaban afianzar el segundo puesto de la tabla.
Sin embargo la imbatibilidad de nuestros juveniles en lo que va de año se vio truncada por Sta María del Pilar, un equipo que ya había ganado en el Cervantes Arena en la primera vuelta y al que había ganas de derrotar.
El día empezó con los típicos retrasos de algún jugador y no se pudo salir del todo puntual del Cervantes, aunque por suerte no fueron excesivos y la expedición tricantina pudo salir tan solo 10min después de la hora prevista.
Una vez el equipo hubo llegado al Pilar y descubierto el "pabellón" en el que iban a jugar (digo pabellón por no decir patio con techo) se encontraron al entrenador, Xabier Murillo, esperándoles ansiosamente y aun más nervioso tras recibir noticias como el despiste de Jorge Morel, quien se había dejado la equipación en casa. Por suerte el contratiempo pudo ser subsanado y no hubo problemas para que jugara.
Después de cambiarse los jugadores saltaron al terreno de juego, o cuadrilátero, a calentar con escaso tiempo; a pesar de todo no fue problema ya que este equipo se caracteriza por la facilidad y rapidez que tienen los jugadores para concentrarse y entrar en calor
A eso de las 17:30 sonó el pitido inicial a manos de un agradable señor que pasaba por allí e iba vestido de verde (hacía llamarse árbitro) y dio comienzo el encuentro entre los canticos tanto de los locales como de los aficionados tricantinos desplazados. El encuentro comenzó un tanto frio y con mucha igualdad en el marcador durante los primeros minutos, intentando adaptarse a la defensa individual que había propuesto Fernando (entrenador del Pilar, viejo conocido en el club) sobre nuestra torre Fernando Garrido. Lo más reseñable de la primera parte fue un gol del pilar que el "arbitro" no vio entrar y provocó las protestas de los locales (se saldaron con una tarjeta amarilla tan solo).
La primera mitad estuvo marcada también por la cantidad de fallos en los tiros de los nuestros, la dificultad de nuestra defensa para defender los movimientos del pivote, las protestas de Miguel Ávila y el golpe que sufrió el capitán, José Gil, en la cabeza y que dejo a la grada en vilo durante unos segundos (por suerte o por desgracia no fue nada y a los pocos minutos de la segunda parte el equipo pudo disponer de nuevo de él).
La segunda parte siguió la tónica de la primera, los locales seguían manteniendo la ventaja en el marcador pero tampoco lograban despegarse, sin duda debido a los fallos de lanzamientos tricantinos. Fue entonces cuando el agradable señor de verde con un pito en la boca (los que tengan la mente sucia que lo entiendan como vean...) mostró realmente su buen hacer, por si acaso no había quedado patente en la primera parte, y empezó a repartir errores y exclusiones por doquier cebándose especialmente con los nuestros y con una disparidad de criterio en las aéreas anonadante.
Con el ambiente crispado y las malas decisiones arbitrales empezaron a llover las sanciones, unas veces por protestas, otras por golpes y otras no se sabe por qué; todo esto mientras en el área del pilar se permitían contactos muy duros. Ya en los últimos compases del partido el equipo sufrió la expulsión del coach Xabier, que intentaba proteger a su jugador para que el no fuera expulsado tras dar una patada a la valla en un arrebato de furia. De esta forma tomaron las riendas del equipo Eugenio Expósito (padre de Javier) y nuestro DJ oficial Álvaro Marín, que hicieron cuanto pudieron por tranquilizar al equipo. Sin embargo el pescado estaba vendido y ni el equipo rival ni el señor de verde iban a permitir la remontada tricantina, así que a pesar de un último esfuerzo realizado el partido se acabo perdiendo, se saludo deportivamente al rival y no tan deportivamente al de verde (aquí hay que citar a Expósito) y los jugadores volvieron a Tres Cantos en el autobús oficial del equipo tras sortear a los fans que se agolpaban en las ventanas para ver a sus ídolos.
Y hasta aquí la crónica, la derrota supone una pérdida del colchón que teníamos pero no debe desanimarnos sino motivarnos para vencer a San Sebastián de los Reyes el próximo sábado en el Cervantes Arena. Otra vez; contando con Regidor, Tapia, Santiyan, Tomas y su broter Pablito.
Esta crónica la ha escrito uno de los jugadores, dado que yo, hubiera sido mucho más duro.
Desde mi posición pido perdón por mi pérdida de control y provocar la roja.
Pero creo que todo el mundo del balonmano madrileño deberíamos hacer reflexión de lo q estamos haciendo con este deporte. Y cada uno sepa la posición q ocupa y lo que hace y contra quien...Hay cada uno con lo suyo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario